Delber Grady es una banda de rock progresivo psicodélico surgida en 2012, fruto de diferentes proyectos musicales. La forman Iñigo Martín como guitarrista y vocalista, Pablo Levín como batería, Lucas Feo como bajista y Jony el Largo como teclista. Hasta la fecha han publicado dos EP auto-producidos: ”Cucumber Dreams” (2013) y “Black Bird” (2015), y un LP: “Ship of Fools” (2017). Ahora publican «Visiones z y otras canciones del espacio”, su segundo álbum de larga duración. Compuesto, producido y grabado por Iñigo Martín en Abra Macabra Estudios, masterizado por Ibon Larruzea en Estudios Euridia y editado por Nooirax Producciones. La música de Delber Grady recibe influencias de bandas de rock de la década de los 70 como King Crimson, Genesis, Yes, Focus, Black Sabbath, Thin Lizzy, Soft Machine, Weather Report y Gentle Giant entre otras. También de compositores de bandas sonoras para peliculas como John Carpenter, Ennio Morricone o John Williams.
«Visiones Z y otras canciones del espacio» es el segundo disco del conjunto madrileño de rock progresivo psicodélico espacial Delber Grady. Este es su disco definitivo sobre el espacio y los agujeros de gusano. Un viaje por las galaxias más lejanas nunca imaginadas.
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Zuma Birds es un trío de música cósmica afincado en el planeta Tierra y formado por Shakin’ David (guitarra y voz), Toti García (bajo) y Rui Barbosa (batería), veteranos de otras cruzadas intergalácticas como Bubble Bones, Sparkle Gross, Jesse, The Dragsters y Los Daytonas.
Su estilo se enmarca en la tradición de la Cosmic American Music, un término acuñado por Gram Parsons pero cuyos principales exponentes fueron los Grateful Dead, que implica partir de las formas tradicionales de la música americana (folk, jazz, country, rock and roll) y empaparlas de lisergia con el objetivo de alcanzar una trascendencia intergaláctica. Como tal, algunas de sus mayores influencias son los propios Grateful Dead, Neil Young & Crazy Horse o los Allman Brothers, pero los tres miembros del grupo tienen gustos musicales muy amplios, que abarcan desde el jazz espiritual hasta el stoner rock actual, el sonido jam band, el progresivo británico o el proto punk de Detroit, y es inevitable que reminiscencias de estos sonidos acaben filtrándose también en su música.
En noviembre de 2017 publican su primer disco, Contact Light, editado en conjunción por dos de los sellos más importantes del underground madrileño: Delia Records y Nooirax Producciones. El CD está formado por ocho temas propios que exploran todo el espectro de su sonido, desde el country rock luminoso de “Deadhead Suzie”, la historia de una chica que se escapa de casa para seguir a los Grateful Dead, hasta el rock de carretera con aires sureños de “Easy Rider”, una elegía por un fumeta salvador de la raza humana, pasando por extensas epopeyas psicodélicas con serpenteantes pasajes instrumentales y motivos de ciencia ficción (“A Town With No Name”) o spaghetti western (“She’s Got Stars In Her Eyes”).
Sin embargo, es en directo donde Zuma Birds encuentran su medio natural. Sus conciertos conjugan melodía y ruido, improvisación y disciplina, y energía y meditación, con la intención de derribar las barreras del espacio-tiempo y adentrarse en el corazón mismo de la experiencia. En sus noches buenas, miembros del público han llegado a afirmar haberles visto levitar varios centímetros por encima de la superficie del escenario, aunque las pruebas han sido confiscadas y los testigos silenciados.